El caso se tramita bajo un estricto hermetismo por parte del fiscal de Homicidios Andrés Marchi, y de la fiscal de Delitos Complejos Laura Urquiza, quien acompaña a los policías en los rastrillajes. A una semana de la desaparición del agente, los fiscales intentan determinar si Abrigo realizaba otra actividad además de su trabajo en las fuerzas de seguridad.
Cristian Abrigo tiene 38 años, trabaja en la sección monitoreo de la Agrupación de Unidades de Orden Público y vive junto a su pareja y los hijos de esta en una casa ubicada sobre Rivadavia, casi Lamothe, del barrio La Esmeralda en Santa Fe. El viernes 28 de febrero, a las 12.15, salió y no volvieron a verlo.
El sábado 1 de marzo a la noche, la pareja de Cristian llamó a Julio, papá del hombre desaparecido, para contarle lo sucedido. "Testigos dijeron que subió a un auto, en la esquina de su casa. Nosotros con Cristian estábamos distanciados porque no teníamos los mismos pensamientos. Yo con su pareja no tenía relación", señaló Julio, en diálogo con AIRE.