Durante la noche del 2do día de la Fiesta Nacional de la Agricultura se realizó la entrega de la Medalla de Oro 2025, que este año tuvo como protagonista a Nahir Stegmayer, arquera de la selección argentina de waterpolo.
La joven, formada en el Lawn Tennis Club, fue distinguida como la Deportista Esperancina del Año tras su participación en el XVIII Campeonato Mundial de Waterpolo Femenino en Singapur, donde defendió los tres palos de las “Tiburonas” en lo que significó su tercera experiencia mundialista. El seleccionado argentino finalizó en el 14° lugar, un resultado que, más allá de lo numérico, refleja el crecimiento sostenido del equipo y de la propia Stegmayer en el ámbito internacional.
Una trayectoria marcada por la constancia
El premio, otorgado por la Municipalidad de Esperanza a través del Departamento de Desarrollo y Promoción Deportiva, reconoce no solo un desempeño individual, sino también el camino de esfuerzo, disciplina y compromiso que Nahir ha consolidado desde sus primeros pasos en el Lawn Tennis.
Ser arquera en un deporte tan exigente implica mucho más que detener lanzamientos: significa liderar la defensa, ser referencia para sus compañeras y ejemplo para quienes recién se inician. Esa capacidad, sumada a la constancia diaria de entrenamientos y sacrificios, fue lo que llevó a los periodistas especializados a elegirla entre decenas de candidatos que se destacaron a lo largo del año en diferentes disciplinas.
Un premio que también celebra a la comunidad
La Medalla de Oro es, además, un reconocimiento al entramado que sostiene al deporte local: clubes, entrenadores, familias e instituciones que acompañan a cada deportista en su recorrido. Durante el período de septiembre de 2024 a agosto de 2025 se postularon atletas de disciplinas tan diversas como fútbol, básquet, natación, taekwondo, rural bike y muchos otros, reflejando la riqueza del semillero esperancino.
Inspiración para las nuevas generaciones
Más allá de la consagración personal, el reconocimiento a Stegmayer tiene un valor simbólico: inspirar a las nuevas generaciones. Ver a una deportista local llegar a un Mundial y ser reconocida en su ciudad es una señal clara de que los sueños pueden alcanzarse con trabajo y dedicación.
La Medalla de Oro 2025, en definitiva, no es solo un premio. Es un mensaje: el deporte es un camino posible y la ciudad está lista para seguir acompañando a quienes lo transitan.



